Actividad de lenguaje, para alumnos del quinto grado primaria, con ejercicios basados en el texto “El Cerro Pangata”.
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El Cerro Pangata
Al este de Quilatapia, mi pueblo, hay un cerro muy visitado por los habitantes y viajeros. Tienen un nombre bien raro, que según dicen, surgió así:
Vivía en una ladera del cerro, en esa época muy antigua, una anciana sola, sin mas compañía que una gata, muy inteligente y bien enseñada. Tanto que la señora poco salia, y mandaba de compras la gata con un canastillo al cuello. Así la conocían todos los almacenes de Quilatapia.
Un día, en agosto, la anciana no tenía harina y llamo a su gata, le puso el canastillo en el cuello y el mando:
- ¡Pan, gata! – le dijo. Y la gata partió.
Paso toda la tarde y la gata no volvía. La anciana ni mate tomo. Se acostó con hambre. Ya muy de noche, sintió carreras en el tejado. Abrió la puerta y la gata entro corriendo. No traía nada. Hasta la canasta había perdido.
- ¡Pan, gata! ¡Pan, gata! – le decía la viejita con hambre y con rabia.
A la mañana siguiente, se vio la anciana bajar al pueblo a comprar.
Tenia varias comadre, y debe haberles contado esta historia, porque la señora Juana Arroyo, que ahora tiene 58 años, me cuentan que le contaron que desde entonces el cerro se llama Pangata.
Preguntas
1) ¿Cómo se llama el pueblo de la historia?
R:
2) ¿Quién vivía allí?
R:
3) ¿Quién era la compañía de la anciana?
R:
4) ¿Qué la mandaba a hacer la anciana a la gata?
R:
5) ¿Quiénes conocían a la gata?
R:
6) ¿Qué tenia la anciana un día?
R:
por Krisna Villegas