Comprensión lectora, para alumnos del quinto grado primaria, con ejercicios basados en el texto “El Labrador y el Diablo”.
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El Labrador y el Diablo
Un campesino que volvía a su casa al anochecer fue sorprendido por una lucecilla al borde del camino. Acercándose más, vio que era un brasero con carbón recién encendido, como si alguien pensara preparar allí una cena. Pero en vez de una olla o una cafetera, sobre el brasero estaba cómodamente sentado el Diablo, con su lujoso traje negro.
El campesino, que de niño había escuchado historias de entierros, no demostró asombro alguno.
- ¿Estas sentado sobre un tesoro? –pregunto, a manera de saludo.
- ¡Claro que sí! –respondió el Diablo-. Ni te imaginas cuanto oro y plata hay aquí.
- Ojala que sea mucha –dijo el labrador-, pues está en mi terreno, y por lo tanto me pertenece.
- Es mío –aseguro el Diablo-, pero podría ser tuyo, si aceptas ser mi socio: durante dos años compartirás conmigo tu cosecha.
El demonio estaba acostumbrado a ver los campos cubiertos de trigo, maíz, porotos, lentejas, así que pensó el modo de engañar al campesino:
- Como parece que te gustan los entierros, tú te quedaras con todo lo que halles bajo la tierra, y a mí me darás lo que se produzca sobre ella.
- ¡Trato hecho! – exclamo el campesino, que acababa de sembrar todo el terreno de papas.
Al llegar la cosecha. El malo se sobaba las manos viendo tan verdecito el sembrado. Comenzó a arrancar las matas, y solo acumulo montones de hojas ásperas y tallos incomibles.
El campesino, en cambio, viendo el campo despejado, no tuvo más que cavar y llenar sacos y sacos de sabrosas papas.
- ¡Está bien! –rugió el Diablo-. Por esta vez me ganaste. Pero la próxima vez tu que me darás con lo que se produzca sobre la tierra, y yo cosechare lo que quede abajo, que es mi mundo.
- ¡Trato hecho! –repitió el campesino.
¿Y qué crees que cultivo ese año?
¡Planto tomates! Todo el campo lo cubrió de tomates.
Al tiempo de cosechar, Don Sata llego con una tremenda pala al hombro. Como ya el labrador se retiraba con su carreta colmada de cajones, comenzó a cavar endemoniadamente, acumulando matas tan inútiles como el año anterior.
Yo no repetiré las cosas que el Diablo dijo al verse burlado por segunda vez. Ni el campesino daba muestras de oírlas, mientras volvía silbando a casa, cargado con el fruto de su trabajo y dueño del tesoro que guardaba su tierra.
Preguntas
1)¿Qué sorprendió al campesino que volvía a su casa?
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2) ¿Quién estaba sentado sobre el brasero cómodamente?
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3) ¿Qué había escuchado el campesino de niño?
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4) ¿Qué le pregunto al Diablo?
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5) ¿Cómo pensó engañar al campesino el Diablo?
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6) ¿Entonces en que quedaron ambos?
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7) ¿Qué consiguió al llegar la cosecha el Diablo?
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8) ¿Y que consiguió el campesino?
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por Krisna Villegas